jueves, 5 de febrero de 2015

Tiempo de reflexión

Tengo el post de la "Minnie fiesta" a medio escribir pero necesito urgente un post de desahogo.

El martes pretendía ser un día genial, un día de chicas, un día madre&hija.

Sara no tenía guarde porque era festivo y yo pensé que sería buena idea pedir el día libre en el trabajo (un mero intento de hacer de buena madre que más adelante juzgaréis vosotros mismos si mereció la pena o no).



9:30 todo genial, Sara se despierta, desayunamos, nos vamos de compras,... por ahora día perfecto pero llegamos a comer a casa de la abuela y de repente, no se si por la alineación de los planetas o por la teoría del "bésame mucho", empiezan las temidas rabietas.

Ha sido como un reloj suizo, dicen que a los 2 años los niños empiezan con las rabietas y en ello estamos, yo no se si vosotros habéis pasado esta etapa pero desde luego yo creo que o empiezo clases de meditación o esto me va a superar.

 Ahora entiendo que las revistas de bebes esten plagadas de artículos sobre esta tema, cómo superarlas, cómo evitarlas,etc,...y os digo que no es para menos, yo me lo voy a leer todo de arriba a abajo porque desde luego, en nuestro maravilloso día tuvimos de todos los colores, no quiero comer, no quiero dormir, no quiero que me bajes del carro, quiero el muñeco azul y no el rojo,....todo,todo, todo, absolutamente todo venia acompañado de su correspondiente griterío, pataleo,lagrimones,etc,...

He leído varios artículos sobre el tema y, como en todos los temas de crianza, hay opiniones para todos los gustos.

Partimos de la base de que hay dos teorías,

Hay quien dice que las rabietas son una forma de llamar la atención por lo que la forma de evitarlas es ignorando al niño en cuestión; de esta forma el niño se da cuenta de que no consigue  su objetivo y poco a poco estas desaparecen.

Por otro lado están quienes defienden que las rabietas son una forma de comunicar del niño, son un modo de expresión emocional y por lo tanto ignorarlas es ignorar sus emociones.

No se si es porque soy más de enfocar las cosas de forma natural, el caso es que me siento más cómoda con la segunda teoría,...a eso le añado que el ignorar las rabietas de Sara no me ha dado en ninguna ocasión buen resultado, sin embargo desviando su atención en otras cosas e intentando controlar mi tono de voz al dirigirme a ella cuando esta en pleno apogeo sí.

Después de leer mucho sobre esto,me doy cuenta de que muchas de las rabietas las acabo provocando yo misma por no ver el porque la niña ha entrado en cólera, y con eso no quiero decir que el comportamiento esté justificado pero sí que, a veces, yo misma, también estoy en plena "rabieta adulta" y tengo tolerancia cero a cualquier comportamiento.

Ejemplos,...quiere una galleta y no se la doy aunque haya cenado,quiere el pijama azul y no el verde, se quiere poner los zapatos sola y no la dejo porque tenemos prisa,...etc,etc,etc,...y como eso muchas situaciones que supongo que algunos de vosotros también viviréis a diario.

Lo dicho, en mis propósitos 2015, además de apuntarme a clases de yoga, me propongo conseguirlo siguiendo estos puntos,

  • No discutir en plena rabieta, ya que en ese momento no me escucha.
  • Controlarme para no gritarle, complicado, lo sé, por eso es un propósito,...
  • No ofrecer compensaciones, es decir, quitar de mi vocabulario el, si dejas de llorar...
  • Reflexionar si realmente estamos negando algo coherente y somos nosotros los que estamos en cierto modo provocando sin ninguna necesidad este comportamiento.

Pues eso, después de mucho gritar y de alguna que otra lágrima de desesperación sin ningún éxito voy a optar por mucho leer y mucho respirar, ya os contare si tengo más exito.

Un beso muy grande y gracias por estar al otro lado,

Lorena

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